Desde la última entrada a este blog han pasado muchas cosas en mi vida aunque en lo esencial nada.
Sigue muriendo gente en los mal llamados accidentes de tráfico y en accidentes de todo tipo.
Accidentes que tienen como característica común que la gran mayoría pueden ser evitados con la prudencia y las medidas de seguridad.
Los accidentes no son nada en sí, lo importante y lo dramático son sus consecuencias sobre las personas y su bienestar. Como he contado en los post anteriores yo he padecido dos accidentes con graves consecuencias sobre mí y sobre mi familia y estos hechos afectan a todos los ámbitos de tu persona y relaciones:
- en el cuerpo; en cuanto a las lesiones que tienen mayor o menor trascendencia dependiendo de su gravedad o en que deriven en permanentes
- en la calidad de vida y expectativas de futuro
- emocionalmente; el miedo, la inseguridad, la rabia...
- relaciones familiares; es evidente que dependiendo de la mayor gravedad se produce un cambio de roles y de obligaciones
- en las relaciones de pareja
- en el trabajo
- en la economía
- en la confianza en las instituciones y en lo que pensamos que es la justicia
- se produce una pérdida de bienestar y de calidad de vida que, en bastantes ocasiones, es difícil recuperar.
Nuestra labor desde la Asociación DIA de víctimas de accidentes, y a grandes rasgos, se basa en analizar la situación del individuo y su entorno en el momento previo al accidente en relación a como queda tras el mismo y mediante una intervención multidisciplinar de nuestro equipo revertir, en lo posible,m las consecuencias negativas del mismo.