viernes, 22 de septiembre de 2017

Desde la última entrada a este blog han pasado muchas cosas en mi vida aunque en lo esencial nada.

Sigue muriendo gente en los mal llamados accidentes de tráfico y en accidentes de todo tipo.

Accidentes que tienen como característica común que la gran mayoría pueden ser evitados con la prudencia y las medidas de seguridad.

Los accidentes no son nada en sí, lo importante y lo dramático son sus consecuencias sobre las personas y su bienestar. Como he contado en los post anteriores yo he padecido dos accidentes con graves consecuencias sobre mí y sobre mi familia y estos hechos afectan a todos los ámbitos de tu persona y relaciones:

- en el cuerpo; en cuanto a las lesiones que tienen mayor o menor trascendencia dependiendo de su gravedad o en que deriven en permanentes

- en la calidad de vida y expectativas de futuro

- emocionalmente; el miedo, la inseguridad, la rabia...

- relaciones familiares; es evidente que dependiendo de la mayor gravedad se produce un cambio de roles y de obligaciones

- en las relaciones de pareja

- en el trabajo

- en la economía

- en la confianza en las instituciones y en lo que pensamos que es la justicia

- se produce una pérdida de bienestar y de calidad de vida que, en bastantes ocasiones, es difícil recuperar.

Nuestra labor desde la Asociación DIA de víctimas de accidentes, y a grandes rasgos, se basa en analizar la situación del individuo y su entorno en el momento previo al accidente en relación a como queda tras el mismo y mediante una intervención multidisciplinar de nuestro equipo revertir, en lo posible,m las consecuencias negativas del mismo.




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